domingo, 22 de diciembre de 2013



Y a veces crees que todo va a seguir siendo igual, que tan sólo es una simple cadena de malas noticias que te pusiste como unas esposas de las cuáles ahora no te puedes desprender.
Pero entonces te das cuenta de que una de las cosas malas tienes que aceptarlas, y una vez estás dentro es como si te introdujeras en otro mundo.
Otro mundo que tratase como si la primavera y el invierno convivieran juntos, aportándote las cosas que más te gustan y a la misma vez las que más te hacen rabiar, pero que con una sonrisa, como si de un soplo de aire fresco se tratase se te pasan, haciendo que cada vez te aferres más a esas esposas porque simplemente te gustan.
Porque esa absurda mezcla te aporta algo que te gusta, porque sonríes.
Porque la mezcla de la primavera y el invierno te sientan bien.

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