viernes, 27 de diciembre de 2013

Supongo que la vida nos pone a prueba.
Nos la juega de tal forma para ver de que somos capaces.
De lo débiles o cobardes que podemos llegar a ser ante distintas situaciones, siendo buenas o malas.
Del tiempo que puede llegar a durar nuestra felicidad cuando gira a nuestro alrededor algún acontecimiento, siendo bueno o malo.
A veces también juega a quitarnos y darnos esa felicidad.
A veces la vida juega a ver cuanto podemos llegar a querer a alguien, a dejarlo durante un tiempo, sea largo o corto, y luego arrebatárnoslo.
Otras mide la intensidad con la que podemos llegar a echar de menos, odiar, o simplemente las horas que nos podríamos tirar acariciando cada poro de la piel de otra persona.
Porque al fin y acabo, somos marionetas.
La vida nos pone aprueba midiendo los efectos secundarios que ella misma provoca en nosotros, hasta el punto que la vida también se acaba enamorando de algunos efectos secundarios... Como de tú sonrisa.

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